jueves, 7 de julio de 2016

Las tormentas

A muchos de nuestros perros les aterran las tormentas ¿os habéis dado cuenta? 

Hay diferentes teorías para explicarlo que van desde las reminiscencias de su vida salvaje donde una tormenta es una amenaza importante y hay que guarecerse lo antes posible, pasando por la impronta cuando fueron cachorros por no haber estado expuestos a una tormenta, o por haberlo estado en circunstancias inadecuadas. En fin, sea como sea, debemos extremar las precauciones si nos pilla una tormenta en un paseo y llevarlos siempre sujetos con su correa. 



Lo mejor sería intentar evitar las horas con previsión de tormenta para dar nuestros paseos y, siempre, llevar a nuestros peludos debidamente identificados. Además del microchip, una chapa en su collar ayudará a localizarlos en el caso de que, a pesar de todas las precauciones, se despisten al correr asustados. 

En casa, no debemos acariciarlos cuando muestren miedo, pues reforzaríamos su actitud temerosa (las caricias para ellos son el premio a una buena conducta, recordadlo amigos). Tened paciencia e ignorarlos es lo más aconsejable. 

Si creéis que el estrés es muy alto, ponéos en contacto con un experto en comportamiento canino que os podrá asesorar el modo más adecuado de minimizar su angustia.