jueves, 11 de junio de 2015

¡Te lo cambio!

No vamos a extendernos ahora sobre la sociedad de consumo que hemos creado, que nos cataloga por lo que tenemos y no por lo que somos, que ningunea los valores y prima el éxito, entendido como la acumulación de bienes materiales y no como el lograr un equilibrio emocional estableciendo vínculos con aquello que nos rodea basados en el respeto, la tolerancia y la solidaridad. Que endiosa objetos de miles de euros que saliendo de la tienda ya han perdido la mitad de su valor económico, pero desprecia lo artesano, el “hand made” que dicen ahora, por caro y cutre.

En fin, valga lo anterior como una pequeña introducción para hablar la suma importancia que todos damos al dinero y que, inconscientemente, transmitimos a los más pequeños de la familia. No vamos a ir de anacoretas, de verdad que no, sabemos que el dinero tiene su utilidad y es imprescindible, por desgracia, para desarrollar nuestra vida en sociedad, pero sí que tenemos que abrir la mente a otras formas de relación mercantil, por decirlo de alguna manera.

Desde hace unos años ha llegado a nuestro país algo que ya lleva muchísimo tiempo haciéndose en los países anglosajones: los mercadillos de segunda mano y de trueque. Lugares donde organizaciones, particulares o empresas, se deshacen de todo aquello que ya no necesitan, o de lotes conseguidos por donaciones en el caso de las organizaciones, para venderlas a muy buen precio o intercambiarlas por otras cosas que necesiten. A veces con carácter solidario, o simplemente por refrescar un poco el armario o la decoración de casa, estos mercadillos son divertidos y muy prácticos. Los objetos cambian de manos, empiezan una nueva vida en otro lugar recuperando su esencia práctica. Además se generan menos desperdicios pues, de otro modo, esas cosas irían a la calle, a la basura y, salvo que fueran “salvados” por algún viandante –“la gente es que no sabe lo que tira”–, directos a los vertederos o centros de tratamiento de residuos.

Imagen: www.sevillaconlospeques.com

Estos mercadillos son una buena manera de trasladar a los niños que el dinero no es imprescindible y que las cosas conservan su valor aunque nosotros ya no las necesitemos; lo que a nosotros ya no nos es útil, a otros puede venirles de perlas.

Imagen: guiavintagebarcelona.blogspot.com

Cuando no necesitemos algo de casa, comentémoslo entre nuestros amigos y familiares a ver si nos lo cambian por otra cosa que necesitemos; si por ahí no aparece un candidato, intentemos gestionar su donación a alguna organización sin ánimo de lucro. Basta con hacerle una foto, enviar un correo electrónico y esperar respuesta. Ropa, muebles, juguetes, menaje del hogar, libros… todo puede encontrar su nuevo lugar. También existen páginas en Internet en las que se anuncian particulares regalando objetos que ya no quieren y solicitando otros que necesitan. Y si no, pues a buscar un mercadillo de trueque que ahora con el buen tiempo empiezan a organizarse muchos. Impliquemos a los niños de la casa en el proceso, preguntémosles su opinión, ellos mismos pueden elegir aquellos juguetes que ya les aburren o la ropa que se les ha quedado pequeña, y acudamos a los mercadillos a hacer “negocio”. Será muy entretenido, ya veréis.

Imágenes: www.basurillas.org

Los más emprendedores podéis organizar vosotros mismos vuestro mercado de trueque en vuestras casas, en el local de la comunidad de vecinos, en el cole, mediante una página web… Puede ser por temas (juguetes, material deportivo, material escolar, objetos de nuestros animales de compañía, etc.) o en plan miscelánea, todo vale.

Imágenes: archiv.dsbilbao.org

Algo que, como mencionábamos, se hace desde siempre en otros países, ha empezado a tener aquí su importancia, quizá como reacción a la crisis económica que estamos sufriendo, pero, sea como sea, esta actividad enriquecedora en muchos sentidos, nos ayuda a valorar más las cosas y compartir con los niños un espacio donde el dinero no es necesario y las relaciones humanas están en primer lugar.

Este fin de semana se organizan en Madrid dos mercados de trueque. ¡Animaos!

Gratifería La Latina
Sábado, 13 de junio, de 11 a 18 h.

Una feria para regalar lo que quieras (o nada) y llevarte lo que quieras (o nada). Donde el dinero no ocupa lugar y cada ser humano da lo mejor de sí mismo. Un rastrillo gratuito y solidario de intercambio entre vecinos de la Latina y alrededores. Una Feria en la que aprendes a desprenderte de lo que te ocupa lugar y no le das uso, para compartirlo con personas a las que les puede venir bien.

Una vez finalizada la Feria, los objetos sobrantes los recogerá alguna organización solidaria.

Dónde: Plaza de los Carros
(Metro: La Latina L5)


Ritual Market: Mercado de trueque de ropa
Domingo, 14 de junio, 12 a 20 h.

Un peculiar mercadillo de trueque, donde se podrán intercambiar prendas, y aprovechar la oportunidad de intercambiar ropa sin dinero de por medio. Es una sorprendente idea, que demuestra que la economía colaborativa también se puede llevar al mundo de la ropa.

En este mercadillo colaborativo, no se trata de poder comprar ropa a precio competitivo, sino de algo con más espíritu y contenido. De hecho, dar la oportunidad de generar un impacto positivo en la gente a través del intercambio de prendas es la clave de este proyecto.

Dónde: Espacio Trapezio, Mercado de San Antón
(Calle Augusto Figueroa, 24. Metro: Chueca L5)


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