jueves, 23 de abril de 2015

¿Digital o analógico?

Nuestros Charlacanes son analógicos, bueno, aunque también son digitales en cierta manera pues empleamos el dedo para dar la palabra a nuestros pequeños charlatanes... Bromas aparte, aunque ambas versiones del libro tienen sus cualidades, para acercar la lectura a los niños, por ejemplo, creemos que es más adecuado el libro de papel. Pasar las páginas, disfrutar de una ilustración, incluso el olor que desprende, dotan al libro encuadernado de una cercanía de la que carecen, al menos hasta el momento, los soportes digitales. 

Organizar una pequeña biblioteca en su cuarto, compartir los libros en familia o con sus amigos, pasar un buen momento escogiendo en la librería un nuevo cuento, ojeando entre unos y otros, llevarse su cuento en la mochila... son actividades que sólo se pueden disfrutar con el libro en papel.

Los resultados de ventas ya lo dicen, parece que no tenemos que escoger entre uno y otro, sino que, más bien, compartírán mercado como lo están haciendo desde el siglo pasado, si se nos permite una comparación tan doméstica, las naranjas y el zumo embotellado.

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