Tarta es dulce, torpona en las
distancias cortas, veloz, patilarga y algo cabezona (en lo físico y
en lo emocional). Le encanta nadar y correr, pero también echarse
sus buenas siestas; comerse su pienso y el de los demás… es este
ser suyo tan paradójico lo que la hace tan especial. La queremos y
nos quiere.
Ella es la esencia de nuestros
Charlacanes. Gracias a las viñetas que protagoniza, los niñetes
aprenden lo que supone el abandono de los animales, cómo cuidar a
nuestros peludos amigos y cómo jugar con ellos, y todo ello con una
sonrisa en los labios. No podía ser de otra manera, Tarta, incluso
en formato cómic, derrocha encanto.
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