Creo que desde que abrí por primera
vez los ojos todos los animales me gustaban. Según me contaba mi
padre, un día de camping, podía yo tener tres o cuatro años,
aparecí con una tarántula en la mano y mientras que mi padre
montaba la tienda e intentaba no asustarme, me dijo que la pusiese
donde la había encontrado. Pero quien más me marcó fue Persi, mi
hermanito felino, fue un regalo de mi tía unas navidades, me acuerdo
que íbamos a casa de mis abuelos maternos como todos los sábados,
lo sacaron de la caja y allí estaba él, esa bolita blanca de pelo
con orejas, cara y rabo grises, nos ganó a todos. Ahora estará
sobre el regazo de mi padre.
Y tras varios compañeros de varias
especies más y años más tarde, apareció mi niña felina, que como
bien dicen son ellos los que te eligen, que la crié junto con sus
dos hermanas desde que tenía una semana de vida porque pretendían
terminar con sus pequeñas y valiosas vidas antes de tiempo.
Qué bonito. Y la foto es preciosa..
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