Cuando el fotógrafo Stuart Holroyd se
trasladó a Chipre en marzo de 2014, se enteró de que una mujer
llamada Kayte Wilson-Smith, dirigía un pequeño centro de rescate
callejero para los perros abandonados de la zona. El centro en
cuestión se llamaba “Bay Tree Rescue”, albergaba unos 60 perros
y se financiaba en su totalidad por las aportaciones de la propia
Kayte y la comida que le donaba la gente de la zona.
Holroyd quiso involucrarse en el
proyecto, por lo que decidió utilizar su profesión, la fotografía,
para ayudar. Surgió así su "Proyecto Tree Bay", una serie
de retratos de fantasía con los perros alojados en la protectora
como protagonistas, con el propósito de recaudar fondos, concienciar
contra el maltrato de animales y promover las adopciones de los
animales abandonados.
"La situación actual de perros
callejeros en Chipre es muy mala –explica el fotógrafo–. La
crueldad contra los animales en Chipre se encuentra en su punto más alto. Los
perros son golpeados y torturados simplemente por diversión. Chipre
no tiene leyes contra el maltrato animal y casi todos los días te
encuentras perros apaleados o abandonados."
Stuart conoció a Kayte Wilson-Smith
gracias a una niña de su aldea. Esta mujer vive en la parte inferior
del centro de rescate, en una cabaña de madera que dispone de luz
gracias a un generador de gasolina, y se esfuerza día a día para
conseguir que los perros sean adoptados en otros países donde las
leyes contra el maltrato animal sean mejores."En ocasiones
incluso, renuncia a su propia comida para que los perros puedan comer
–dice Holroyd–, pues no hay suficientes donaciones para cubrir
las necesidades de los animales recogidos."
Holroyd se puso manos a la obra e
inició su proyecto; empezó seleccionando de entre todos los perros
rescatados aquellos que él consideró con historias más
representativas para lograr sus objetivos de concienciación, y
llevándoselos uno a uno para realizar una sesión fotográfica.
Después, escogía la mejor de las poses y realizaba sus originales
escenas de recreación, elaboradas temáticamente para que
coincidieran con la personalidad y características de cada animal.
Por ejemplo, uno de los perros, una perra llamada Milly, tiene una
discapacidad que mantiene sus patas traseras unidas, así que Holroyd
creó para ella el retrato "Milly la sirena" que la
representa en una playa.
Winston, Hettie, Costa (un perro ciego), Barley, Ozzy y Fergus, un piratilla de tres patas, son algunos de los protagonistas. Las fotos le llevaron cerca de nueve
meses de trabajo y, viendo los resultados, es fácil imaginarse el
cariño y compromiso que hay en cada una de ellas.
Después de completar la serie, Holroyd
encontró un editor dispuesto a publicar las fotografías en un libro
que, desde este mes, está a la venta en Amazon. Además, las
imágenes se han vendido a lo largo de este año en las exposiciones
que se han organizado. Todos los ingresos recaudados por “The Bay
Tree Proyect” se destinan íntegramente al centro de rescate de
Kayte en Chipre.
“Lo que comenzó siendo un pequeño
proyecto personal, ha crecido de una manera inimaginable. y ahora
necesito ayuda para conseguir la atención de la gente adecuada, y
poder terminar de una vez con el maltrato animal”, comenta el
comprometido fotógrafo.
El Proyecto Tree Bay tiene ya entidad
propia, si deseas colaborar o informarte de sus actividades puedes
hacerlo a traves de su página en Facebook:
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