martes, 5 de mayo de 2015

Tarta en el mediterráneo


Hemos tenido la suerte de poder disfrutar de este puente en tierras tarragonesas y Tarta se ha bañado por primera vez en el Mediterráneo. Como sabéis, ella es muy de cantábrico y quizá la tranquilidad de esta costa le causó algo de recelo al principio. De hecho, en un primer momento le interesaba más unir a la familia (uno paseando, otro leyendo el periódico bajo un pino, uno con su helioterapia, –el vulgar “vuelta y vuelta” que decimos nosotros– otro con el agua a media pantorrilla buscando razones para sumergirse…), y así nos lo hacía saber yendo de uno para otro, lloriqueando lastimeramente. Es que ella es muy tozuda respecto a la disgregación; vamos, que no debe producirse bajo ningún concepto, o todos bajo el pino, o todos paseando, o todos lo que sea, pero todos, ¡hombre!, parece mentira.

Sólo cuando el más valiente de los nuestros se echó a nadar, decidió ella proceder de igual manera, y allá que fue, que fue, que fue, que casi llega a Mallorca… Por lo demás, en su línea, se hizo amiga de un par de niñetes muy salados y de un microperro muy juguetón y coqueto. Una jornada tranquila y divertida, en una costa muy hermosa.


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